...amo la muerte
y amo la vida.
Egon Schiele
El yo escindido
y el espejo
los ojos disueltos en cuencas inmensas
hipnotizados por el fantasma luminoso
de la muerte
Una mano conjura la hipnosis
sostiene al cuerpo al borde de la caída
conexión espiritista
consigo mismo
máscara mortuoria
tras la máscara
Juego de reflejos desdoblados
entre el horror
y la revelación
momento de sangre dislocada
y disolución
en sobresalto
El sexo expuesto
la carne ardiente
y el abrazo
de Schiele
son también autovidentes
en la cúspide de la vida
atestiguan la sombra esmerilada
el yo al acecho
elevado
y lúcido.
María Vázquez Valdez
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