viernes, 17 de julio de 2015

El corazón calmo



María Vázquez Valdez

El corazón enredado
es mudo,
también es ciego,
puño crispado,
corola entumecida,
párpado apretado,
suspiro muerto.

El corazón atorado
tropieza consigo mismo,
presa de un esguince
            ventricular,
disminución ocular
            que se destiñe.

Pero el corazón libre
es todo y uno,
acompasado vientre
de alas,
tupida claridad
de estrellas,
pintor de un torrente
           ventricular,
éxtasis ocular
de luz que estalla.

El corazón calmo
se endulza en el horizonte,
alto mástil,
claro navegante
de mareas y tiempo,
rey de su silencio
            ventricular,
abrazo ocular

que es mar y viento.

No hay comentarios: